La Historia de Mis Comienzos [ES]
Conversation
Me hallaba sentado sobre una gran roca, en algún lugar de ese bosque maravilloso. El sol del mediodía comenzaba a calentar suavemente el entorno, transformando colores, sonidos y aromas. El bosque parecía vivo.
– Anciano, ¿Quién eres tú? – pregunte mientras recibía de las manos del viejo algunos tubérculos.
– Oh! Ya ves quién soy yo. Un viejo amante de éste bosque.
– ¿Eres un druida? – volvi a inquirir , como si de un gran secreto se tratase. El viejo lanzó una carcajada jovial antes de contestar.
– No sé si pueda considerarme un druida, pues no son muchos aquellos que merecen semejante título. Soy simplemente un hombre dedicado a la Naturaleza y a colaborar en el mantenimiento del equilibrio – tras decir esto se acomodó en la roca y extrajo de ella un estuche de cuero del cual saco una pequeña arpa para acompañar su relato, pues sabía que mi curiosidad tardaría en mermar -.
-“Fue hace mucho tiempo que decidí seguir éste camino. Nacido y criado en una comunidad que compartía las características sobrenaturales que me definen como el individuo que soy, no tardé en ser seleccionado para ser instruido en los conocimientos de la vida y la muerte, y en el equilibrio completo que nuestra visión panteísta reconoce. Sería un druida. Por supuesto no es sencillo y muchos demuestran no ser aptos, por lo que existen tres grados de igual importancia a los cuales puede uno aspirar: El de bardo, el de ovate y finalmente el de druida.
“Antes de alcanzar éste último, dejé mi hogar para realizar un viaje de contemplación. ¡Ah!, cuantos solsticios ya desde aquel momento, ¡Y cuán diferente era en ese entonces! Ha pasado el tiempo y aún continúo en éste viaje. Sucede que cada día algo me impulsa a continuar mi travesía: nuevos conocimientos, nuevas experiencias; uno es como un recién nacido cuando aprende a escuchar. Todo es maravilloso y, extrañamente, nuevo.
Pense en las palabras del viejo mientras observaba un escarabajo que caminaba por la roca, muy cerca de él. Pense en lo que el anciano me había explicado la noche anterior, sobre la divinidad en cada cosa, en cada ser: “Lo que percibes de éste mundo es una efímera manifestación del todo, ¿Qué te separa de aquella piedra que acabas de arrojar al arroyo? Nada en absoluto. Cuando mueras serás tierra, roca, árbol. Y si consideras que el tiempo es tan sólo un capricho de nuestra realidad entenderás que todo cuanto existe es parte de una sola gran divinidad, un todo”.
– En ocasiones – continuó el viejo tras algunos minutos ensimismado en su música -, el hombre pierde el sentido. Su conciencia trata de desvincularse de esta realidad de armoniosa comunión, se confunde distorsionando la percepción de su entorno y genera desequilibrio en el individuo. Éste desequilibrio es como un cáncer que debe ser extirpado, pues de lo contrario se expande y altera el medio.
“Eso es un druida. Alguien que entiende la belleza de la Naturaleza y puede transmitirla a otros. Alguien que, por amor, ejerce como sabio, médico y protector. Alguien que ha aceptado la responsabilidad de ser juez y maestro en un mundo donde ya no se respeta el equilibrio de la Madre Tierra.”
thank you very much Lady Innocense